Viaje en bicicleta en pleno corazón de una Bretaña encantada… y encantadora

Con sus casas de pizarra con postigos de colores, sus callejuelas floridas y bañado por el tranquilo río Aff, La Gacilly es uno de los pueblos más bonitos de Bretaña. Una lugar que congrega a artistas y artesanos: escultores, ceramistas, joyeros, sopladores de vidrio… cuyos talleres son dignos de visitar. De junio a octubre, La Gacilly se transforma en una galería exterior con el mayor festival de fotografía al aire libre. Cerca de 800 imágenes, éticas y humanistas, tomadas por artistas de fama internacional, se exponen en calles, jardines y paredes. Tus clientes amantes de la fotografía quedarán encantados.

Nos subimos al sillín para recorrer el valle del Oust hasta Redon. Se pueden elegir dos itinerarios, dependiendo del nivel de tus clientes. Un circuito «deportivo» de 43 km, ideal para ciclistas experimentados con salida de La Gacilly (sin traslado de equipaje). Para un paseo más fácil (con traslado), seguimos la ruta de la Vélodyssée® desde Peillac, que bordea el canal de Nantes a Brest. Ambos circuitos conducen hasta los acantilados de Île-aux-Pies. Un auténtico cañón en versión reducida. In situ, Escapades verticales ofrece arborismo, vía ferrata o paseo en canoa. La desconexión está garantizada. En Redon, tus clientes descubren una ciudad de agua, con muelles bordeados de casas de armadores y graneros de sal. Una visita de lo más refrescante.

Rematamos el día por todo lo alto en La Gacilly, indisociable de Yves Rocher, el hombre y la marca. En La Maison Yves Rocher, tus clientes se adentran en el backstage de la marca de cosmética vegetal: su historia, su saber hacer y sus valores se explican en un recorrido-espectáculo multisensorial (audioguías en varios idiomas disponibles). En La Bergerie, su incorporación más reciente, nos ponemos un delantal y cortamos, emulsionamos y cocinamos a fuego lento los fabulosos productos locales en un taller culinario. ¿Con ganas de relajarse? En La Grée des Landes, tus clientes disfrutan de un masaje y descansan en la piscina infinita… ¡Un auténtico oasis para las piernas!

La Vélodyssée® es la parte francesa de la EuroVelo 1 que comunica Roscoff con Hendaya y ofrece en su parte bretona un itinerario de 400 km. Un imprescindible de los recorridos por Bretaña en bicicleta. Entre La Gacilly y Josselin, pasando por Malestroit, la ruta sigue el canal de Nantes a Brest. Un paseo en bicicleta agradable y fácil (30 km, aprox. 2 h 30 mi) en un entorno natural a orillas del agua. También atravesamos pequeñas ciudades con carácter, muy pintorescas con sus casas de entramado de madera. Hacemos un descanso para disfrutar de un almuerzo bucólico cerca de una esclusa florida. Llegar a Josselin, al pie de las torres medievales del castillo, es una imagen que no olvidarás.

A medio camino, parada obligada en Malestroit. Un auténtico viaje en el tiempo para tus clientes por calles empedradas y hermosas casas con entramado de madera. Al alzar la vista, vemos sus gárgolas esculpidas. Una cerda hilando, un conejo tocando la gaita… ¡Qué monos! Aviso a los amantes de la cerveza: la cervecería local Barque produce cervezas originales y sostenibles. Ideal para refrescarse antes de continuar hacia Josselin. Esta ciudad parece sacada de un cuento de hadas con sus casas de entramado de madera de colores y su majestuoso castillo que domina el canal. Se puede visitar. Los más atrevidos también pueden subir al campanario de la basílica para disfrutar de unas vistas impresionantes.

Desde Josselin, nos subimos a la bici y recorremos el camino de sirga hasta Pontivy. Hay que calcular 3 horas para hacer 48 km: apto para todos los públicos. Pequeña parada en Rohan, el tiempo de admirar su hermoso mercado de granos. Luego, el paseo prosigue al ritmo de las esclusas. Más de 54 obras de ingeniería a lo largo de 20 km. Algunas de ellas a tan solo unos metros de distancia. Por el camino, árboles extraordinarios, nogal negro, roble cabelludo, arce sicómoro, etc., señalizados por paneles de interpretación. También descubrimos casas de esclusa magníficamente rehabilitadas. Una idea genial e insólita: en Pontivy, subirse al Napoléon Express, un tren vintage que recorre el exuberante valle del Blavet (solo en temporada). Se permiten bicicletas a bordo.