Sabores y saber hacer de la Bahía de Morlaix

Por la mañana, nos atrevemos con un taller de cocina.

1. Opción 1. En Carantec, tus clientes se unen al equipo de un chef con estrella y participan en un servicio de comida (4 personas máximo). Además de los trucos de un profesional, este taller ofrece una verdadera inmersión en el backstage de un servicio de comida gourmet. Y terminamos dándonos un festín. ¡Ñam!
2. Opción 2. Nos vamos a la costa, a Locquirec, a recoger algas con un guía naturalista apasionado y aprender a cocinarlas. Te prometemos que la receta del tartar es tan deliciosa como fácil de hacer en casa.

Por la tarde, recomendamos visitar la Brasserie Graphique, en Carantec. Instalada en una galería de arte, la creatividad y la elaboración de cerveza van de la mano. Cada nueva receta inspira un diseño gráfico, que se expone en las paredes y se recrea en las etiquetas de las botellas. Tus clientes se llevan una fantástica cerveza ecológica y la versión en miniatura de una obra de arte. Rubia, tostada, negra, American pale ale, IPA… También se pueden probar in situ, en la salita o, en verano, en la terraza.

Para terminar el día, ponemos rumbo a Roscoff. Ubicada junto al mar, esta pequeña ciudad corsaria rebosa carácter y encanto. Invita a tus clientes a recorrer las calles para contemplar sus casas de armadores y los pequeños detalles de sus fachadas. Alrededor de Roscoff también se encuentra la mayor concentración de algas de Europa. Una mina de oro para la conservera artesanal Algoplus que, desde hace 30 años, recolecta este alimento y lo transforma en rillettes, sopas y otras delicias. Puedes descubrir esta maestría artesanal en una visita guiada a la fábrica. Por supuesto, ¡la cata está incluida!

Esta mañana, tus clientes tienen una cita con los Johnnies. Así llamaban a los agricultores bretones que, en el siglo XIX, salían en bicicleta a vender sus cebollas rosadas, características de Roscoff, por toda Gran Bretaña. En la Maison des Johnnies, fotos, películas y dibujos relatan su historia y abordan los aspectos de la producción del «oro rosa de Finistère norte». La visita es libre. Luego, nos reunimos con Eric y Tiphaine Quémener, que retomaron la granja familiar y perpetúan esta tradición centenaria. Aquí, cada cebolla se prepara a mano, como aprendieron de su padre y abuelo. Te marcharás con tu trenza en mano, muy práctica para llevar.

15 minutos de travesía y tus clientes desembarcan en la isla de Batz. Recomendable fuera de temporada para disfrutar de una auténtica tranquilidad insular. En la isla, la desconexión es total. Se recorre en medio día, siguiendo un camino litoral donde emergen bonitas playas de arena fina. Te recomendamos subir al faro para disfrutar de unas vistas que quitan el sentido (previa reserva para grupos). Batz es un auténtico huerto insular donde se cultivan hasta plantas exóticas. La visita al magnífico jardín Georges Delaselle es imprescindible. De vuelta al continente, remata visitando el jardín exótico y botánico de Roscoff y sus 3000 especies de plantas.

Ponemos rumbo a Saint-Pol-de-Léon, capital de la mayor región hortícola de Europa. Alrededor está el famoso «cinturón dorado» donde crecen alcachofas, coliflores, cebollas, chalotas, patatas… Hortalizas bretonas para descubrir al completo visitando Légumes Project, en la granja de Kerguelen. En este espacio único en su género, se explican los modos de cultivo, los sectores hortícolas, los circuitos de suministro y la biodiversidad con ayuda de paneles informativos, fotos y juegos sensoriales. También se prevé un encuentro con el agricultor en las parcelas ecológicas de la granja.

Y por último, pero no menos importante, la sidra. Y mucho mejor en directo, desde la sidrería. Invita a tus clientes a visitar y conversar con productores apasionados de la bahía de Morlaix. Cerca de Guimaëc, la finca de Kerveguen produce una sidra ecológica, envejecida en barrica… ¡que incluso se sirve en el palacio del Elíseo! Entre Lannion y Morlaix, en la sidrería artesanal de Cozmezou, Erwan Le Caër perpetúa unos conocimientos ancestrales heredados de su abuelo y desarrolla nuevas cosechas cada año. Paseamos a nuestro aire por los huertos (en flor en primavera) y descubrimos las diferentes etapas de producción antes de una cata in situ. ¡Salud! En bretón: Yec’hed mat !