Microaventura en la ruta de los faros 

Hoy toca caminata al aire libre por uno de los senderos costeros más famosos de Francia: el GR® 34. De Lanildut a Porspoder, tus clientes recorren 8 km, entre brezales y el mar de Iroise salpicado de rocas.

El olor a mar nos envuelve en Lanildut. Es el primer puerto de algas de Europa. Justo enfrente, el mar de Iroise alberga el campo de algas más grande de Europa; se descargan toneladas todos los días. Para saberlo todo de esta actividad, entramos en la Maison des algues. La historia de la cosecha de algas, el desarrollo de las técnicas, la explotación y las innovaciones relacionadas con este recurso se abordan a través de juegos, películas o maquetas. ¿Y después de la visita? Vamos a los muelles para observar a los recolectores de algas en acción: ¡la descarga de los barcos es siempre un espectáculo!

A medio camino, hacemos un descanso reconfortante en Le Chenal. Librería, restaurante, salón de té… es toda una institución en la comarca de Iroise. Sofás acogedores, cocina casera con sabor a mar, el sonido de las olas: a tus clientes les encantará. ¿La marea está baja? Que aprovechen para explorar la pequeña Isla de Melon y su dolmen, justo enfrente. De regreso al GR® 34, unos postes emergen del agua. Sirven para amarrar los barcos en el pequeño puerto de Mazou. ¡De lo más curioso! Antes de continuar, proponemos perderse tierra adentro hasta la bonita capilla de Saint-Ourzal, rodeada de bloques rocosos y megalitos. Un lugar de ensueño y leyendas.

Nos acercamos tranquilamente a Porspoder. Justo enfrente se mezclan las aguas del Canal de la Mancha y del Atlántico. Antes de llegar, tus clientes pasan por la punta de Garchine y su mesa de orientación. Las vistas son impresionantes al mar de Iroise… y también al faro de Four, un «infierno» perdido en alta mar. Se observa aún mejor desde la hermosa y frágil península de Saint-Laurent. Un paisaje de calas, landas y flores silvestres que nos hace sentir en el fin del mundo. El recorrido se hace en menos de una hora… ¡y bien merece un último esfuerzo!

Ponemos rumbo al faro de isla Vierge en kayak. Desde Lilia-Plouguerneau, seguimos a los guías de Glaz Evasion para una suave travesía por las aguas turquesas del archipiélago de Lilia. ¡Un paisaje de ensueño! No es necesario haber practicado antes: palada a la izquierda, palada a la derecha… esta actividad es apta para todos los niveles. Al llegar a isla Vierge, tus clientes se sentirán diminutos a los pies del faro con torre de piedra más alto de Europa. 82,50 m… ¡impresionante! Hay 365 escalones para llegar hasta arriba. Regresamos en kayak a tierra firme. Para los menos deportistas, también hay barcos que hacen el trayecto de ida y vuelta.

Aprovechamos la estancia para descubrir algunos productos locales. Gourmets y, por supuesto, con tintes oceánicos. Mesas de teca sin estridencias y fabulosas vistas al archipiélago en Lilia: no te pierdas el bar de ostras de Maison Legris en la comarca de Les Abers. Probamos una docena de finas y especiales, con un ligero sabor a castaña. Otro lugar imprescindible para los amantes de los productos del mar es Mémé Lilia, donde pescados y mariscos procedentes de una pesca familiar, sostenible y racional se cocinan a la parrilla. También en esta comarca Hoalen abrió su primera Ocean Store. Ideal para comprar ropa de hombre y mujer sostenible y atemporal.

Hoy, nueva caminata con los pies en el agua… ¡en sentido literal! Enfundados en trajes de buceo con gafas y aletas, tus clientes se disponen a nadar con las focas del mar de Iroise. Desde Plouguerneau, el paseo comienza en barco y, tras las explicaciones pertinentes, nos sumergimos bajo la atenta mirada de un monitor. Todo el mundo puede hacerlo, incluso niños a partir de los 8 años. Es una maravilla observar las focas en su hábitat sin perturbar su tranquilidad. Y si no quieren dar la cara, no importa. Algas, praderas submarinas, peces de todos los tipos… hay muchas cosas que ver bajo el agua.

Forma parte de los paisajes más famosos de Bretaña. Y por una buena razón… Encajonada entre enormes rocas, la pequeña casa de Meneham es de lo más fotogénica. Es el antiguo puesto de guardia de un pueblo de pescadores, muy pintoresco con sus casitas con techos de paja. En la actualidad, muchos artesanos se han establecido en este lugar. Invita también a tus clientes a pasearse por la costa, aquí llamada «Costa de las Leyendas». Playas de arena blanca, bloques de granito que emergen de un agua transparente, obras de arte diseminas lo largo de los senderos… es paradisíaco.